domingo, 19 de enero de 2014

Que no se pierda la bonita costumbre de cenar en familia 4/7

Día: Domingo 19 de enero de 2014

Desde pequeños mis padres nos acostumbraron (a mis hermanos y a mí) a sentarnos todos juntos a la hora de la cena. No importaba si ya habíamos cenado en casa de nuestra abuela o en cualquier lugar, lo que importaba era que todos nos sentáramos en la mesa de comedor y compartiéramos ese instante. Las reglas del juego eran simples, todos nos sentábamos y nadie se paraba hasta que la última persona terminara de comer. En la mesa mientras comíamos hablábamos sobre lo que habíamos echo durante el día o cualquier otro tema que nos hiciera feliz. Siempre reforzábamos la comunicación y apoyábamos nuestros proyectos.

Al pasar el tiempo íbamos creciendo pero esa bonita costumbre no desaparecía. Mis amigos se burlaban de mí por el simple echo que no nos permitían comer en nuestras habitaciones o mientras veíamos TV. A la hora de la cena no importaba quien estuviera en la casa, todos comíamos juntos. Si no había las sillas suficientes buscábamos donde sentarnos pero de que comíamos juntos en el comedor COMIAMOS. Mis padres a diferencia de los padres de mis amigos son más jóvenes en edad. Eran y son flexibles en muchos temas pero nunca han cedido en el tema de la unión familiar. Gracias a ellos, mis hermanos y yo continuamos compartiendo esa bonita costumbre y hemos integrado a nuestras parejas para que se hagan eco de nuestros actos.

Todos ahora somos adultos. Tenemos intereses diferentes y carácter muy parecidos. Tener a 7 leones en un mismo lugar a veces es difícil pero con el tiempo fuimos aprendiendo a respetar nuestras diferencias e incluso a no tocar esos temas donde unos son más sublimes que otros. Pero ¿Pueden imaginar a 7 leones comiendo todos juntos? Es divertido y reconfortante. Hace 3 años formé una familia compuesta por mi esposo y yo. En mi hogar continuamos con la costumbre de cenar juntos en el comedor. No somos de desayunar y almorzar porque es muy raro que estemos juntos durante el día por nuestras responsabilidades individuales, pero en la tarde es nuestro momento. Cenamos juntos y luego nos ayudamos en la difícil tarea de recoger la mesa, lavar, secar y guardar los platos. Si nunca han hecho esto con su pareja o con cualquier miembro de la familia o amigos, se lo recomiendo. Son experiencias diarias que nunca se repiten. Aunque un día parezca a otro nunca hablaran de lo mismo en la mesa. Se conocerán mejor y se sentirán más unidos a la otra persona.

El 14 de enero a nuestra familia se unió un nuevo integrante. Es por esto que deseo que continuemos reforzando los valores familiares y que nuestra unión permanezca para siempre aunque en momentos sintamos que debemos soltar la soga un poco. No soy madre, y el niño más pequeño cercano a mi es mi hermano de 18 años hasta hace cinco meses cuando nació mi primito, hace 6 días nació mi primera sobrina pero aún así siempre he creído que la base de todo niño debe ser la familia. Es por ellos (y no necesariamente tienen que haber crecido en tu vientre) que debemos esforzarnos para dar la mejor educación pero sobre todo inundarlos de amor. Por ellos y por todos los niños del mundo, continuemos siendo personas de bien, esforzándonos para dar lo mejor de nosotros, ser ejemplos positivos e inculcar en las familias el verdadero valor que es la unión, el respeto, la comunicación y el amor. Yesenia FG 2014



Que no se pierda la bonita costumbre de cenar en familia***


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