Día: Jueves 16
de enero de 2014
Hoy mientras garabateaba
en una hoja en blanco las miles de ideas que iban apareciendo en mi cerebro y
que a simple vista parece no tener sentido, pensé en escribir durante una
semana sobre diversos temas que me apetezca en ese instante y no fijarme un
tipo de escritura en específico y mucho menos una cantidad de palabras. De esta
manera intentaré organizar mis pensamientos y tener una idea más clara hacía
donde me quiero dirigir con mis escritos y en la medida ir encontrando mi “estilo”
por decirlo de algún modo. La escritura para mí es como una especie de terapia
la cual me ha liberado de sentimientos agotadores que llevaba arrastrando por
mucho tiempo. Desde pequeña amaba leer y sobre todo escribir historias
inventadas y otras más reales. Siempre me inspiraba en los demás y poco en mí. Y
esa sensación tan agradable la que sentía luego de terminar de escribir sobre
algún personaje fue lo que me inspiro abrir mi primer blog en el 2009. Con el
aprendí mucho sobre mí y sobre todo conocí personas maravillosas a las que he
aprendido amar con todo mi corazón porque se lo merecen, porque son igual o más
luchadoras que yo y porque tienen un talento inigualable.
Aunque con palabras parezca fácil debo
admitir que reconocer que la práctica hace al maestro, no fue tan sencillo. Las
críticas positivas te hacen sentir ligero, seguro de ti mismo y capaz de “comerte
al mundo”, pero ¿qué sucede cuando te das cuenta que las críticas negativas son
muy directas o simplemente se las reservan para no hacerte sentir mal? Se
siente fatal. Inevitablemente comenzaba a dudar de mí y sobre el amor que le
tengo a las letras. Pero para mi suerte, la escritura es una técnica de
sanación y aceptación. He aprendido que no siempre recibiremos flores, también
tenemos que aprender a ver el lado oscuro del camino. Hoy por ejemplo; me
siento positiva. Con ganas de salir hacia adelante y con mucha confianza en mí.
Sé que lo que aquí escribo lo hago con el corazón y que siempre hay espacio
para mejorar. Deseo que esta alegría que inunda mi ser sirva de inspiración
para crear historias o cuentos que en un futuro tenga la misma urgencia de
leerlo como la de escribirlo.
En el pasado prefería solo escribir
historias que fueran contadas por personajes pero hoy deseo experimentar todo
ejercicio que la escritura me brinda. Quiero escribir de mí, así como lo estoy
haciendo hoy. Escribir historias como las de Garo, Julieta, continuar
escribiendo cuentos o inspirarme nuevamente para finalizar la novela Entre SábanasBlancas. Sea como sea, este es un nuevo año y estoy segura que traerá consigo
muchas oportunidades para todo el que así lo desee. Yo deseo que nunca se me
escape la necesidad de escribir, leer, pero sobre todo la necesidad de vivir y
amar. - Yesenia FG 2014
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